Esencias Florales del fin del Mundo: Expedición al Glaciar Zapata
- Natalia Montes
- 2 abr
- 4 Min. de lectura
y la dimensión tornasolEn Enero del 2014 tuvimos la fortuna de poder acceder al sector de Pingo y Zapata, para una expedición fuera de serie. Se trata de una zona del Parque Nacional Torres del Paine que está cerrada al público en general, donde solo se puede entrar con un guía certificado. Soledad y Natalia trabajaban en el parque en esa época, por lo que teníamos la credencial necesaria para acceder a este sector tan inexplorado y decidimos adentrarnos a la aventura. Fue una expedición de 3 días bordeando el Campo de Hielo Sur, cargando todo en nuestras mochilas. Atravesamos el sector de Pingo y llegamos la primera tarde al sector del camping Zapata, una de las pocas zonas de pastizal abierto que vimos luego de atravesar un frondoso bosque bordeando el río Pingo por largas horas. Decidimos acampar en otra zona siguiendo la recomendación de guías y guardaparques, porque nos habían advertido que en esa zona andaban baguales (caballos salvajes) que podían alterarse con nuestra presencia. Atravesamos una larga morrena glaciar y nos adentramos en un pequeño bosque de Lenga. ¡Aún recordamos el frío de esa noche durmiendo a orillas de una de las mayores reservas de agua dulce congeladas del mundo! (El primero el la Antártica, el segundo y tercer lugar se debate hace algunos años entre Groenlandia y Chile, con el Campo de Hielo Sur).

La jornada del día siguiente comenzó temprano, con un clásico clima patagónico que alternaba entre sol, llovizna y fuerte viento. Seguimos bordeando las faldas del cerro Ferrier, con una espectacular vista al Glaciar Pingo y al macizo de Torres del Paine desde un ángulo totalmente nuevo enmarcada por un Cóndor planeando en el viento a lo lejos. Descansamos en la Laguna de Los Tres y seguimos bordeando el río en un paisaje que parecía habernos transportado en el tiempo hacia la época de los dinosaurios, lleno de rocas con colores tornasoleados por el óxido, en amplias terrazas diagonales de piedra. Esta capa se rompía en sectores formando un perfecto puzzle de roca Tornasol, que pronto pasaría a ser una de las esencias de nuestro Kit de Esencias de Minerales Patagonia, que como puzzle nos enseña a organizar e integrar la información de nuestras emociones en el cerebro para darle sentido y llenarnos de calma. Acá llegó el momento de tomar una decisión importante: una fuerte corazonada nos llamaba a cruzar este río, no era muy ancho, pero el torrente estaba fuerte y amenazaba con una caída sobre la plana y resbalosa terraza de piedra que lo sostenía. La solución fue sacarnos los zapatos y entrar en la gélida agua.
Comenzamos a caminar cerro arriba por pulidas terrazas de piedra, se notaba que hace pocos años todo esto estaba bajo el hielo. De pronto vemos una pequeña laguna rodeada de unas flores tan extrañas como el paisaje, nos dejó sin aliento. No acercamos, maravilladas por su forma de mandala estrellado y el olor nos sorprendió aún más; dulce como chocolate… ¿saben cuál es? ¡Chocolate! Una esencia que pronto tuvimos que sumar al Kit Inicial por sus potentes efectos. La esencia vibracional de esta particular flor enseña a decidir desde el corazón en cada ámbito de la vida, una esencial que justificó todo el esfuerzo y más.
Pusimos la esencia a preparar y luego seguimos rumbo hacia arriba, siguiendo esta corazonada infrenable. Es importante recordar que para preparar Esencias Patagonia no es necesario tomar muchas flores, y cuando están amenazadas o escazas, no las dañamos en lo más mínimo, ya que no se toman componentes de la especie sino su energía.

Llegando arriba quedamos mudas. De pronto se abrió ante la vista al Glaciar Zapata con toda su magnificencia a solo metros de distancia. Perdimos la cuenta del tiempo observando esta escena de otra era. Por si fuera poco, las piedras que habían sido reveladas hace pocos años bajo el manto helado estaban plagadas de fósiles! Luego nos enteramos que en esta zona se encuentran los Ictiosaurios, fósiles de enormes peces del período cretácico superior (de los dinosaurios!) que quedaron petrificados en la roca sedimentaria del fondo marino que hoy pisábamos. Es de esta zona donde surge la esencia de Fósil de la Patagonia, preparada en base a un fósil de una enorme concha de esta misma época, que nos muestra la conexión a la sabiduría social para entender el trabajo en equipo e incluso como seres humanos, entender que tenemos un rol en el ecosistema y que solo en conjunto somos capaces de construir un lugar mejor. Enseñanza fosilizada que no estaría mal rescatar.En un momento de locura, ¡hasta tuvimos que acortarnos a abrazar las piedras! Pero las fotos son bastante vergonzosas así que las dejaremos a su imaginación.
Al regreso encontramos al único grupo de personas que vimos en toda la expedición, un pequeño equipo de geólogos fascinados estudiando las formaciones rocosas dejadas por el glaciar.
Acampamos en el mismo lugar de la noche anterior con el corazón llenito, agradecidas y ansiosas por comenzar a investigar las nuevas esencias que nos habían encontrado. No pudimos partir sin dar una última visita al Mirador Zapata que se encontraba cerca del campamento. El regreso fue por la misma ruta, aparentemente rodeadas por huemules que no dejaron ver más que sus huellas frescas en el barro tras la última lluvia.
¡Gracias Patagonia tan querida y abundante!
Dato:En todas nuestras expediciones aplicamos los principios de ‘No dejar rastro’, acá te compartimos algunos tips para tus propias expediciones:
Lleva toda la basura que generes de vuelta contigo (y recoge también la basura que encuentres).
Acampa alejado de fuentes de agua.
Si vas a un lugar concurrido, usa solo senderos y campings habilitados. Si es un lugar silvestre, dispersa las intervenciones evitando dañar la flora y marcar senderos o zonas de camping.
Evitar las fogatas: en cambio prefiere usar una cocinilla ubicada en un lugar seguro.
Respetar la vida salvaje: no te acerques si ves un animal, procura caminar en silencio.
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