8 necesidades emocionales en el parto
- Natalia Montes
- 2 abr
- 10 Min. de lectura
y las esencias florales que me ayudaron a cultivarlas.Ilustración de Mamicha Maternidad - Ilustraciones y Afirmaciones gestación-parto-puerperio. Conócela en www.mamichamaternidad.com Los años trabajando como terapeuta floral apoyando embarazadas y puérperas me recalcaron lo que ya intuía: que cada parto es único, y aunque hay bastante que podemos planear, queda siempre una gran parte de incertidumbre a la que no nos queda otra que entregarnos y confiar.
Trabajar con terapia floral en esta etapa es maravilloso porque no solo ayuda a la mamá a conectar con su potencial sino que apoyan al bebé que está por nacer, las esencias son para ambos.
No existe una forma correcta de nacer. Y aunque informarnos es esencial para llegar a ese momento empoderadas, soy una convencida de que todo nacimiento es perfecto, un tipo de parto no nos hace mejores ni peores. Somos todas portales sagrados para el misterio de la vida. Cuando llegó la hora de preparar mi propio parto, tuve la extraña suerte de estar viviendo en Inglaterra, donde los partos en casa se ofrecen como parte del plan estatal para las embarazadas de bajo riesgo. Si mi matrona no lo hubiera planteado de forma tan natural, creo que jamás hubiera cruzado mi mente parir en casa sin anestesia, simplemente porque pensaba que esto estaba reservado a otras mujeres, más fuertes, más conectadas, pero no yo. Con mi compañero leímos, fuimos a talleres, vimos documentales, videos de parto orgásmico. Tomé yoga prenatal, natación, comí dátiles. Tomamos la decisión de intentar un parto en casa pero seguíamos básicamente enfrentados a la misma incertidumbre: y si se rompe la bolsa antes?, y si hay que inducir? y si tantas cosas... Si bien hay tantas variables que no se pueden controlar, fui descubriendo que era posible cultivar mi mundo interno con estas 8 cualidades, útiles en cualquier contexto. ¿Cómo usar las esencias durante el parto? Una vez seleccionadas las esencias que hagan sentido para cada caso particular, se prepara una fórmula para toma directa. Esta se puede tomar a partir de la semana 37 (muchas esencias sirven durante todo el embarazo y después también), al menos 3 veces al día y ojalá cada 10 minutos una vez que comiencen las contracciones. También se pueden poner en la sala de parto en spray o difusor (muy útil si limitan lo que se puede ingerir), poner varios chorros en el agua de la piscina si se usa, o mezclar con cualquier líquido que se esté ingiriendo.

1. Confianza ante lo desconocido Por más que nos preparemos, decretemos y visualicemos, queda siempre un montón de interrogantes respecto a cómo y cuándo va a ser, cuánto va a durar, si irá a salir todo bien, etc. Si nos aferramos a controlar, esta parte de misterio nos puede resultar aterradora llegando incluso a paralizarnos, lo que además nos vuelve más vulnerables a los miedos que otros proyectan en nosotras. Si entramos en este juego del miedo –y créanme, todas hemos estado ahí- la tela en blanco que es realmente el futuro se va tiñendo de fantasmas que a veces nos parecen reales sin habernos ni acercado a la experiencia. Lo mismo aplica cuando hemos tenido alguna vivencia de parto no tan positiva en el pasado. Pero lo cierto, lo más objetivo, es que simplemente no sabemos, y eso no es bueno ni malo. Cuando cultivamos la confianza, esta incertidumbre se vuelve parte de la aventura. Una parte que le entrega sabor a esas últimas semanas, que nos permite observar atentas cada mensaje de nuestro cuerpo y esperar -si esa es la decisión que hemos tomado- a que sea nuestro bebé quien nos de la señal de que ha llegado el momento. Una esencia floral maravillosa para trabajar esto es Orquídea Amarilla. ¿Conoces el término pronoia? Es la creencia de que el universo conspira a nuestro favor. Confiar ante lo desconocido se siente un poco como eso, los miedos pueden estar pero sabemos que son solo ideas (luego hablaremos más de esto) y la sensación es más como ese nervio juguetón de esperar una sorpresa. Orquídea Amarilla nos llena de fe, abriendo el chakra de la garganta para recibir con apertura lo que la vida nos quiera regalar.
2. Instinto Instinto para mí es la voz del cuerpo, y nuestro cuerpo sabe parir. Sabe exactamente qué hay que hacer en cada momento, solo tenemos que recordar cómo escucharlo. En términos energéticos, se asocia más a los chakras inferiores, es la sabiduría que ‘viene de abajo’. El cuerpo ya sabe, las esencias vienen aquí solo como refuerzo para escuchar claros sus mensajes, para facilitarnos despejar capas de miedo, de información innecesaria, traumas y creencias que nos puedan estar alejando de confiar en nuestra loba interna. Trabajar el primer chakra nos ayuda a mantenernos presentes en el cuerpo, y he visto que ayuda también a nuestros pequeños en su transición, recordándoles las razones por las que han decidido encarnar. Una esencia maravillosa para esto es Crisoprasa. Otra gran favorita que sentí muy potente en mi parto fue la esencia de Picaflor que nos conecta con el cuerpo de forma muy potente, activando la consciencia de cada músculo; para mí, al estar sin anestesia más que los químicos naturales que produce el cuerpo -¡y sí que los hay!- fue como tener una nítida imagen 4D de cada pedacito de mi cuerpo y el de mi pequeño para saber dónde estaba y qué tenía que hacer. Pero incluso si estamos con epidural, mantener esta conexión nos ayuda a guiar a nuestro bebé en su ruta, decirle tanto a su cuerpo como al nuestro de este cambio que está ocurriendo para ayudar a adaptarnos a los cambios que ocurren con el parto. Por último, la esencia de Tepual ayuda a mantener una sensación de seguridad e integridad en nuestro espacio íntimo que se está abriendo, es muy importante antes, durante y también después del parto, sobre todo si fue traumático o para quienes han sufrido algún tipo de abuso sexual.
3. Intuición La intuición por otro lado se vincula a los chakras superiores, son esas certezas que ‘nos llegan de arriba’, eso que simplemente sabemos aunque no podamos explicar. Para esto lo primero es fortalecer nuestro tercer chakra y acá me encanta Pico de Loro, que sirve para filtrar, dejando fuera las ansiedades y mensajes energéticos de otros, lo que nos permite hacer este vuelco hacia nuestra voz interior. Otra que no puede faltar es Persicaria, que ayuda a despertar la sabiduría ancestral, esa intuición tan sutil y carnal a la vez que nos vincula a nuestros antepasados, a toda la raza humana. Por instantes, yo pariendo soy todas las mujeres pariendo, soy la tierra pariendo a la humanidad y nos invade la certeza de no estar solas en esto, participamos del corazón creativo del Universo. 4. Fortaleza No importa qué tipo de parto acabes teniendo, una dosis de fortaleza tanto física como emocional nunca está de más. Para quitarme la presión, me gusta imaginar que probablemente si perdiéramos totalmente el control, igual el equipo médico se las arreglaría para sacar al pequeñín y tenernos a salvo, es la suerte de contar con tantos avances médicos. Pero cuánto mejor es sentir que estamos presentes íntegras y empoderadas. Guayacán es de las maderas más duras de la zona central de Chile y es esa sensación de firmeza la que nos entrega su esencia. Al tomarla encontramos nuestros soportes internos y externos para mirar al dolor con entereza y en este proceso nos ayuda a conservar la perspectiva para no abrumarnos pase lo que pase. Otra gran fortaleza es la del corazón, que nos mantiene alineadas en el propósito de nuestro parto. Esmeralda nos mantiene conectadas con este amor base, despertando una fuerte esperanza y optimismo ante cualquier circunstancia. 5. Comunicación Mientras estemos en el proceso vamos a necesitar y no-necesitar muchas cosas. Las hormonas del parto, la anestesia si la hubiera y toda la intensidad del momento, nos llevan a un estado alterado de consciencia donde las palabras, los conceptos concretos pueden ser difíciles de acceder (de hecho recomiendo mucho esconder los relojes y dar a otro la tarea de contar tiempo entre contracciones o leer/firmar documentos si es posible). Nos volvemos más emocionales y esto es hermoso porque nos permite hacer de portal para ayudar a venir esta alma que nos ha elegido. Esta cualidad de pensar más desde lo emocional que lo racional, nos acompañará de hecho durante el puerperio y será nuestra aliada para descifrar los mensajes de nuestro pequeño. En este estado, pedir un vaso de agua o que te pongan calcetines porque tienes frío puede ser todo un desafío, así que Chercán fue para mí una esencia infaltable. No solo ayuda a encontrar las palabras precisas y rápido para hacer llegar el mensaje, sino que permite también tomarse las cosas con humor, lo que es especialmente importante si estás teniendo un parto vaginal, ya que los esfínteres se abren mejor cuando estamos relajadas. La recomiendo también para quienes te estén acompañando, para que no se tomen a la personal si en ese momento no estás siendo precisamente un ejemplo de cortesía al pedirles que llamen rápido a la matrona.
6. Paz mental Algo clave que aprendí en mi preparación al parto es a diferenciar entre dolor y sufrimiento. El primero es físico y en este caso responde a algo natural (no como al enfrentar una cirugía, aunque ambas cosas sean para bien), el dolor es también inevitable en cierta medida. El sufrimiento es más mental, es cuando nos sentimos aterrorizadas, asustadas, incomprendidas, y tiene la gracia de que sí es evitable con ayuda de quienes nos acompañan y trabajo interno. Con paz mental no me refiero a que nada nos afecte y estemos completamente libres de miedos, aunque creo que esto también es posible. Desde tiempos primitivos, nuestra mente cumple el rol de adelantarse y prever qué podría salir mal, lo hace para protegernos así que invito a no enojarnos con ella cuando se pone a contarnos cuentos de terror. En cambio podemos reconocer que está haciendo parte de su trabajo, darle las gracias y dejar esos pensamientos simbólicamente en algún lugar seguro para atenderlos más tarde si es necesario. La esencia de Cortacorrientes nos aporta esta claridad mental, tiene un efecto parecido a la practica de la meditación. Lo que hace es despertar a nuestro observador interno, permitiéndonos tomar cierta distancia de nuestros pensamientos y emociones para evaluarlos antes de sumergirnos en ellos. No se trata de disociarse sino de poder seleccionar qué pensamientos queremos nutrir y cuáles es mejor dejar pasar. En mi caso la sentí muy fuerte cuando llegaron las primeras contracciones dolorosas y una sombra de duda se acercó; ¿será mejor irnos al hospital? Vi llegar el pensamiento y me estremeció pensar lo que podía pasar si entraba en esa negatividad de sentir que no podría, tal como llegó lo dejé seguir su curso y me dije ‘bueno, esperemos un par de contracciones más a ver cómo sigo’, después todas fueron tolerables, con dolor sí, pero sin sufrimiento.
7. Sensualidad
Sí, leíste bien, sensualidad. El parto es un acto sexual, es quizás la mayor expresión de nuestro poder como mujeres, el acto creativo original. Quizás imaginar el trabajo de parto nos pueda parecer todo menos sexy, por eso mismo no podíamos dejar fuera este punto. Dentro de las razones por las que se ha visto que el parto en casa es tan beneficial, es que facilita que las mujeres se sientan cómodas en su ambiente (así como hay mujeres que se sienten mucho más relajadas en un hospital, esto es muy personal). El cérvix es un esfínter, tal como el esfínter anal y el uretral –sí, para ir al baño- y al igual que estos, para que se abra necesitamos sentirnos a gusto, en un espacio privado, seguro, con las luces bajas y con la mínima observación e intervención de otros. Es muy parecido a cuando hacemos el amor, se estimulan las mismas partes y por esto muchas mujeres experimentan algún nivel de placer mientras dan a luz ¿por qué no aspirar a esto también nosotras? Tengamos o no la suerte de un parto orgásmico (en mi caso no lo fue, aunque hubieron momentos agradables), nutrir esta conexión sensual con nuestro cuerpo es clave. Flamenco Chileno es la sensualidad por excelencia y viene muy a lugar en el parto porque nos ayuda a entender que la sensualidad viene de adentro, del placer de ser en este cuerpo tal como es. Nos invita a maravillarnos y disfrutar sin culpa de lo que nuestra dimensión terrenal nos provee. Sea el tipo de parto que sea, es clave reservar un espacio para deleitarnos con la maravilla que ha creado nuestro cuerpo y exaltar nuestros sentidos, lo que nos ayudará a su vez con el apego.

8. Apego mamífero con nuestra cría ‘Cuando sientas el olor de su cabecita, te vas a enamorar para siempre’ me dijo una colega mientras estaba embarazada. Lo cierto es que sí, y no. Tantas veces atendí mamás recientes que me confesaban, en la seguridad de ese espacio que es la terapia, que no estaban tan enamoradas, que tenían ganas de salir corriendo, que miraban a su cria en la noche para recordar que era cierto. Y es que es tanto el shock hormonal y los cambios que vivimos esos días, que no debiera extrañarnos que nos tome un tiempo integrar todo lo nuevo. Mi invitación es a abrazarnos con profundo amor y respetar esos procesos, no hay una manera correcta de convertirnos en madres, ni una forma universal de amar a nuestro recién nacido. He visto que al trabajar esta capacidad interna de aceptarnos a nosotras mismas, inevitablemente se nos acaba rebalsando amor y cuidados para nuestro cachorro. Para esto ayuda enfocarnos en cosas pequeñas, no en las grandes fantasías a las que aspiremos como resultado. Yo me sentía particularmente nerviosa respecto a esto, no porque dudara de mi amor sino más bien por un miedo al compromiso profundo que significa convertirse en madre, así que por las dudas, puse estas dos esencias que no hacen más que reforzar eso que en lo profundo ya sabemos. Capachito Andino es la esencia de la maternidad por excelencia, ayuda a cuidarnos para poder cuidar mejor. Durante el parto nos conecta con nuestro instinto maternal en su máxima expresión, con ese amor mamífero irracional que nos ayuda a mantener el rumbo en momentos de dolor, miedo o incertidumbre sabiendo que estamos a cargo de otra vida y que daríamos todo por ella. Violeta de Magallanes trabaja el apego más desde la piel. Nos invita a sentir y al conectar con ella nos trae a la realidad, calmando también la mente. Es una delicia para ayudarnos a dejar todo de lado y enfocarnos en esos primeros momentos de piel con piel con nuestro cachorro. Trabaja también el miedo al compromiso para formar una familia, compromiso que curiosamente inicia desde el contacto físico.Es importante destacar que lo que hacen las esencias florales es recordarnos aquello que va en nuestra propia naturaleza. No agregan nada nuevo sino que nos ayudan a acceder a nuestras capacidades que hemos olvidado tras capas de miedo, creencias o experiencias traumáticas. Creo que lo que más necesitamos para reclamar nuestro parto de vuelta a la sabiduría femenina es simpleza, por eso mi ánimo al compartir estas esencias es sobre todo el de volver a reconectar con eso que ya sabemos, lo que puedes hacer con ayuda de las esencias o sin ellas. Comparto sobre esencias porque es lo que me ayudó a mí y quisiera que más mujeres puedan acceder a una terapia tan simple y profunda, que sin duda puede ayudar a reducir otras intervenciones más invasivas. ¡Espero que las disfruten! Te puede interesar conocer nuestro spray NACER, que contiene la mayoría de las esencias acá mencionadas o contactar un Terapeuta que trabaje con ellas para que te prepare una fórmula y apoyo personalizados. Natalia Montes Viviani - Versión original publicada en Essence Magazine, UK, ediciones de Invierno y Primavera 2020. ¿Quieres compartirnos tus experiencias? escríbenos a info@esenciaspatagonia.com ¡nos encanta saber de ti!
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